miércoles, 25 de febrero de 2015

Algunas conclusiones tras la derrota ante Vallejo

Ni el equipo que tenemos es un desastre ni está para campeón.  Con planteles más modestos otros equipos han logrado cosas importantes, así que la mediocridad de algunos jugadores no es excusa para que la campaña sea tan patética como se vislumbra.  Lo que nos ha llevado a este incierto inicio de campeonato es la incapacidad de Óscar Ibáñez de sacarse esa pesada mochila que se llama Del Solar y armar el equipo solo.  De lo contrario no se entiende cómo, habiendo sido arquero, comete tremenda injusticia con José Carvallo poniendo a Fernández de titular ante César Vallejo.  Eso no se le hace a un portero que tiene 2 temporadas consecutivas como titular indiscutible, un título de campeón, varias salidas como capitán de la “U” y que si fue expulsado ante Real Garcilaso no fue por malcriado ni violento sino por evitar una jugada de gol fuera del área.  Evidentemente, la orden de poner a Fernández de titular ante el equipo trujillano vino de arriba, para justificar una contratación que todo el mundo critica y con razón: Raúl es un excelente portero, pero Universitario no necesitaba porteros, sino defensas, mediocampistas, ¡delanteros con gol!, hasta director deportivo y administrador temporal.  La plata se está gastando mal, y que no sorprenda que esté chorreando hacia arriba (¿de donde vino la orden?).

Tampoco se entiende que Ángel Romero sea improvisado de defensa cuando su posición natural es la de mediocampista.  Néstor Duarte debería ser titular en la posición en la que viene jugando Romero, pero nadie se explica por qué Duarte viene siendo postergado desde la temporada pasada, cuando en 2013 destacó y fue campeón (¿ya se olvidaron quién hizo el gol del título en Huancayo?).

Álvaro Ampuero es otra contratación que genera suspicacias, porque su nivel es pobrísimo.  Joaquín Aguirre con 90 minutos ante UTC demostró que merece ser titular.  Lamentablemente se lesionó ante Vallejo en el segundo tiempo y Ampuero volvió al campo.  En una de sus primeras jugadas se tropezó con su sombra y perdió una pelota en ataque.

Carlos Grossmuller se va a cansar rápido, pero no porque la base física del equipo evidencie problemas, sino porque cada pelota que sirve es desperdiciada sin rubor.  A este ritmo, pronto va a mandar al diablo todo y se va a largar con su fútbol a otra parte.  Es un jugador de otro nivel.  Si no encuentra un socio rápido va a terminar sumergido en nuestra mediocridad futbolística, patrimonio nacional.


Germán Alemanno debería hacer sus maletas y despedirse como caballero.  Nunca fue el delantero que nos vendieron el año pasado, pero siempre cobró como tal (también chorreando hacia arriba, probablemente).  Los goles que se pierde son inmensos y pesan en el resultado final.  Líber Quiñónez, con sólo un gol, se ve gigante al lado de Alemanno.  Pero tampoco es el hombre gol.  Seamos realistas y démosle la oportunidad a Gonzalo Maldonado o Roberto Siucho.  Antes de que los terminemos perdiendo como a Willyan Mimbela, Irven Ávila o Rodrigo Camino.  Por si no se acuerdan, son cremas de nacimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario