Pedro Troglio debe renunciar
porque le quedó inmensamente grande el puesto de entrenador de un equipo como
Universitario. Una cosa es ser técnico
de un equipo chico (en Perú, en Argentina o en cualquier lado), en donde ganar
un partido, empatar 3 y perder 2 puede ser normal, y otra cosa es ser técnico
de un equipo grande, donde la responsabilidad es ganar todo lo que se
juegue. 6 puntos en 6 fechas es
demasiado poco. Y en un torneo corto de
apenas 15 jornadas, es un título perdido.
Pedro Troglio debe renunciar
porque demostró que las pocas ideas futbolísticas que tenía ya se le
acabaron. Llegó pregonando el estandarte
de la presión alta, trabajó ese sistema algunas semanas y debutó en un clásico
que ganó por goleada (3 a 0). Volvió a aplicar el sistema en el partido
siguiente del Torneo de Verano, ante UTC, y el equipo metió otros 3. Ahí se acabó la novedad. Real Garcilaso nos metió 3 en Cusco, Juan
Aurich nos empató en casa y a Municipal le ganamos sobre la hora en base a
garra. En el inicio del Apertura volvió
a sorprender al ganarle a Unión Comercio en Nueva Cajamarca, pero Pablo
Bengoechea lo desnudó en el partido siguiente: le regaló la pelota en el
Monumental y destruyó su esquema. Con la
pelota en los pies, no había presión alguna que aplicar sobre el rival, y el
equipo demostró una carencia absoluta de ideas futbolísticas, lo que es
responsabilidad del técnico. Juan Aurich
en Guadalupe y Deportivo Municipal y Alianza Atlético en el Monumental hicieron
lo mismo que los cagones: renunciar a la pelota y esperar el momento de
golpear. Y golpearon.
Pedro Troglio debe renunciar
porque la defensa de la “U”, comandada por Alberto Rodríguez, es un
desastre. Tiene un margen de error
demasiado elevado: Alianza Lima llegó 2 veces y metió 2 goles, Juan Aurich
llegó una vez y anotó un gol, lo mismo Municipal y Alianza Atlético. Si un equipo te ataca una sola vez por
partido y te anota, es porque la defensa no está por lo menos concentrada. No es que a la “U” la ataquen 10 veces por
partido y la defensa falle una. Es que a
la “U” la atacan una vez por partido y siempre es gol en contra.
Pedro Troglio debe renunciar
porque la “U”, sin ideas de juego, depende únicamente de alguna genialidad de
Diego Guastavino o de algún pelotazo de Juan Manuel Vargas. Ellos, dentro de todo, cumplen su parte (de
los 3 últimos goles cremas, 2 fueron del uruguayo y uno del Loco), pero no es suficiente. Mientras no haya una idea de juego, no habrá
más que intentos desordenados por llegar al gol. Y eso, ante equipos que salen ordenados
tácticamente para defenderse, como todos nuestros últimos rivales, es tremenda
ventaja para el contrario.
Pedro Troglio debe renunciar
porque insiste con jugadores apáticos, intrascendentes, que no valen lo que
cobran (como Luis Tejada) o que ahuyentan al hincha de la tribuna (como Edwuin
Gómez y Alberto Rodríguez). A Diego
Guastavino fue la hinchada la que le devolvió la titularidad, y lo ha pagado
con un par de goles (y mucho vértigo).
No fue el ojo de Troglio, quien se sabe que lo había tachado.
Pedro Troglio debe renunciar
porque la “U” necesita un técnico que dé la talla y el argentino ya demostró
que no está hecho para un equipo como Universitario. Busquemos a alguien de la casa. ¿Dónde andas,
Rainer Torres?
