Cualquiera menos Del Solar porque
se necesita un entrenador que reconcilie a la hinchada con el equipo, no que la
aleje. Del Solar no es un técnico que
genere el mínimo entusiasmo en la tribuna, por lo mismo que ya se peleó con
ella, que su distanciamiento es irrevocable y que cuando fue el encargado de
dirigir a la “U”, provocó múltiples sinsabores (19 meses sin ganar 2 partidos
seguidos, 5 derrotas al hilo por el torneo local, etc.). Si el caballito de batalla de la
administración temporal es la bonanza económica derivada, entre otros factores,
de la taquilla generada por la asistencia de público al estadio cuando la “U”
es local, no existe mejor harakiri
(o, en términos futbolísticos, sería un autogol) que se contrate a un
entrenador que alejará aun más al público del Monumental.
Cualquiera menos Del Solar porque
su llegada a Universitario en la temporada 2010, provocando primero la extraña
salida de Juan Reynoso y luego el inexplicable despido de Salvador Capitano (¡después de ganarle 4 a 0 a Melgar FBC en
Arequipa!), estuvo incuestionablemente ligada a los reiterados intentos de
Julio Pacheco por hacerse con el control de Universitario, historia que ya
todos sabemos cómo terminó: se multiplicaron las deudas, se contrataron
jugadores con sueldos impagables, su empresa se atribuyó acreencias que
pretende hacer valer en el procedimiento concursal del club, se perdieron
puntos en mesa, se fraguaron planillas y se blindó a Del Solar con una cláusula
de rescisión en su contrato, impensable en alguien que supuestamente trabajaba
“por amor a la camiseta”. Ese vínculo
Pacheco-Del Solar debería ser investigado y no pasado por agua tibia como hacen
todos los periodistas ayayeros de CMD.
Cualquiera menos Del Solar porque
segundas partes sólo merecen los que tuvieron una primera etapa digna de
elogio. E incluso en esos casos hay que
pensarlo, porque normalmente las segundas partes nunca superan a las
primeras. La primera etapa de Del Solar
como técnico de la “U” es para el olvido, pero aun así no deberíamos olvidarnos
de ella: su contratación fue un error funesto que no se debe repetir. Los pueblos que olvidan de su historia están
condenados a repetirla. Pensar que Del
Solar mejorará la pésima campaña del 2010-2012 es iluso: no se trata de un
técnico estudioso, en constancia capacitación ni en continua práctica, sino de
una persona soberbia, que no admite ni reconoce sus errores y que ha
demostrado, en los hechos, ser un mal entrenador. En la Historia
Crema Reciente son pocos los técnicos de la “U” que han tenido segundas
oportunidades (Iván Brzic, Sergio Markarián, Osvalo Piazza). Todos ellos salieron campeones en su primera
temporada (1992, 1993, 1998) y regresaron cuando se les necesitó (1997, 1995,
2002), pero su regreso no fue exitoso porque no alcanzaron los objetivos
propuestos. Merecen una nueva
oportunidad quienes fueron exitosos (Ángel Cappa, Ricardo Gareca, Juan Reynoso)
o quienes demostraron tener capacidad para obtener resultados en situaciones
adversas (José Basualdo, Carlos Compagnucci), pero no alguien como Del Solar,
que simplemente fracasó y nos llevó a un abismo del que costó mucho salir.
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