Cualquiera menos Del Solar porque
en la nefasta época en que fue técnico de la “U”, nos tuvimos que comer diecinueve (19) meses sin ganar 2 partidos
consecutivos por el torneo local.
Sí, 19 meses. O un
año y 7 meses más. O más de año y
medio. O más de 570 días. O más de 81 semanas. Recordemos: el domingo 14 de noviembre de
2010 le ganamos a la Universidad San Martín en el estadio Monumental con gol de
Piero Alva, por la undécima fecha de la Liguilla. Seis días después, el sábado 20 de noviembre
de 2010, le ganamos a José Gálvez en Chimbote, también por la mínima
diferencia, con gol de Raúl Ruidíaz, por la duodécima fecha de la
Liguilla. Desde entonces nos olvidamos
de lo que era ganar un partido oficial por el torneo doméstico y luego vencer
en el inmediato siguiente. O lo que es
lo mismo, nos olvidamos de lo que era ganar 6 puntos seguidos. Eso, para un equipo como Universitario, es imperdonable. ¡Nos
pasamos todo el 2011 sin ganar 2 partidos consecutivos! ¡Y el conchudo no quería renunciar, porque
sabía que nadie tenía los cojones para botarlo por la millonaria cláusula de
rescisión que tenía su contrato! Casi
como la historia de Giampaolo Mazza, técnico de la selección de San Marino que
apenas ganó un partido en 15 años, renunciando recién en octubre del año
pasado. Desde el 20 de noviembre de
2010, Universitario no ganó 2 partidos seguidos hasta el sábado 16 de junio de
2012 (3 a 1 sobre Inti Gas) cuando el técnico ya era Nolberto Solano. Antes la “U” le había ganado por el mismo
marcador a Sport Huancayo el sábado 26 de mayo de 2012, cuando Del Solar
todavía era el entrenador pero ya había sido anunciado su despido. Por esto, técnicamente, las 2 victorias
seguidas se le deben atribuir a Solano, quien para que no quede ninguna duda de
que no era tan complicado ganar 2 partidos seguidos, ganó también el tercero (a
Cienciano por 3 a 2 en Cusco el sábado 23 de junio de 2012).
Cualquiera menos Del Solar porque
ha demostrado que no es un buen administrador de recursos (futbolísticos), ni
en época de bonanza ni en época de escasez.
En la temporada 2011, la cuestionable administración de Julio Pacheco
(recordemos que esa dirigencia cuestionada y criticada por la administración
temporal fue la que cometió el error de contratar a Del Solar en 2010 y despedir
a Juan Reynoso sin justificación válida alguna) le trajo a Del Solar a los
mejores jugadores de los torneos peruano (Pablo Vitti), argentino (Martín
Morel) y colombiano (Johan Fano) en el año anterior (2010). Además, le permitieron escoger caro, y
escogió mal: Cristián Álvarez, Pedro García, ¡Juan Carlos La Rosa! La campaña fue desastrosa: no clasificó a
ningún torneo internacional y se salvó del descenso recién en la penúltima
fecha (empate a 2 con César Vallejo de local).
Cuando la crisis económica determinó que dejaran de pagarse los sueldos
a los jugadores, el grupo simplemente se
le volteó: dejaron de dar todo en el torneo local y sólo se esforzaron en
la Copa Sudamericana, para mostrarse e intentar una transferencia al exterior,
ese año o el siguiente. La buena campaña
en la Copa Sudamericana y el pésimo desempeño en el Campeonato Descentralizado
evidencian que no supo manejar el grupo.
Ante la crisis, los jugadores hicieron lo que quisieron y el entrenador
no tuvo ni ascendencia ni principio de autoridad para empujar el carro en un
mismo sentido (en ambas competencias).
Ni qué decir de su incapacidad para administrar recursos en épocas de
escasez. En la temporada 2012 tuvo que
escoger barato, y otra vez escogió mal: Francesco Balbi, Carlos Olascuaga. Hasta que finalmente lo despidieron, dirigió
al equipo en 15 partidos, de los que ganó apenas 2, empató 4 y perdió 9. Con ese mismo grupo, Nolberto Solano hizo una
campaña modesta pero decente.
Y
hay más.
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