El sábado pasado Universitario enfrentó a la Universidad Técnica de Cajamarca, que
tenía en el banco como entrenador al ex jugador merengue Carlos Galván. Fue casi casi
una revancha para este último, porque su salida de la “U” a fines de 2011 no
fue querida ni por Galván ni mucho menos por la hinchada, sino decidida por un
técnico (adivinen quién) que detestaba ser opacado por un excelente jugador
que, por su posición en el campo, era el técnico en cancha.
El domingo 27 de noviembre de 2011 ante César Vallejo en el estadio Nacional, por la vigésimo novena fecha
del Campeonato Descentralizado, Carlos
Galván se puso la camiseta crema por última vez en la historia. Nadie sabía ni podía prever en ese momento
que se trataba de un partido de aquellos que marcan el cierre de un ciclo. Galván alineó en la defensa (como en sus 178
partidos anteriores en 5 temporadas ininterrumpidas desde 2007) junto a José
Mendoza, Néstor Duarte y Jesús Rabanal.
El encuentro terminó empatado a 2 con goles de Andy Polo de cabeza a los 21 minutos del primer tiempo y Johan Fano de shot a los 24 minutos del
complemento para la “U”, y de Roberto Demus de shot a los 23 minutos de la
primera etapa y Saulo Aponte de shot a los 48 minutos del segundo período para
los trujillanos. La igualdad salvó a
Universitario del descenso en la penúltima fecha del torneo. Desde el banco dirigía a la “U” José Luis Carranza (como en la fecha
anterior en el empate a 1 ante Cobresol en Moquegua) porque el sujeto que
usufructuaba el titularato como técnico estaba, para variar, suspendido.
Esa temporada (2011), Carlos
Galván jugó 33 partidos de 41 en total que disputó Universitario en el
año. Fue el jugador merengue que más encuentros jugó en 2011, y todos de
titular. Raúl Ruidíaz fue el segundo,
con 31 partidos, de los cuales 20 fueron de titular.
Si disputó 33 partidos de 41 y
fue el que más encuentros disputó en 2011, algún mérito habría que reconocerle
a Carlos Galván. Sin embargo, José Del
Solar no lo tuvo en cuenta al momento de planificar (es un decir) el plantel
para la temporada siguiente (2012). La
excusa que empleó ante la dirigencia fue que, por su edad, a Galván le costaba
más tiempo recuperarse entre un partido y otro, por lo que entrenaba menos que
el resto y eso repercutía en su rendimiento en el partido siguiente. ¿Cómo podía ser eso posible si fue el jugador
al que Del Solar más recurrió durante la campaña del 2011? La excusa, ciertamente, estaba totalmente
alejada de la realidad. Las verdaderas
razones por las que Del Solar no quería a Galván en el plantel eran otras. Una, la ascendencia de Galván sobre todo el
plantel y el cariño inmenso e intenso que le tenía la hinchada (celos
emotivos). Otra, la actitud de Galván en
el campo, haciendo el papel de técnico en el campo desde la última línea
merengue, ordenando a los jugadores y decidiendo por dónde iniciar los ataques
(celos profesionales).
La tercera razón es más crematística. Con Galván en el plantel y John Galliquio y Néstor Duarte en buen nivel, plaza para un cuarto zaguero con
posibilidades reales de jugar no existía.
Por eso Werner Schuler sólo
había podido disputar 4 encuentros en todo el 2011 (3 de titular). Adivinen quién es amigo personal del papá de
Werner Schuler. Adivinen quién quería
que Schuler jugara sí o sí en 2012. Con
Galván fuera del plantel, Schuler pudo disputar 27 partidos en todo el 2012. El mismo Schuler que, ante la vuelta de Del
Solar al banquillo de la “U”, de pronto en los entrenamientos demostró más
cualidades que Gonzalo Soto, Dalton Moreira y Pedro Diez Canseco juntos, y se
ganó el titularato. El mismo Schuler
que, infantilmente, cometió un penal el sábado ante UTC que determinó la
ventaja parcial del equipo visitante, y que pudo ser la revancha completa de Carlos
Galván si su propio jugador Rafael Farfán no metía esa mano (también infantil)
que le permitió a Ruidíaz marcar de penal el gol del empate definitivo.
Carlos Galván no será ídolo como Lolo y como el Puma, pero siempre será recordado como un grande. Y ojalá pronto lo tengamos como técnico. Que esa sea su verdadera revancha.
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