Yo no creo que Luis Fernando Suárez haya aceptado
dirigir a Universitario porque le seduce la idea de ser el entrenador de un
grande de Sudamérica. No me trago ese
cuento. No desconozco sus méritos
deportivos. Precisamente son tales
logros los que me llevan a pensar que debe haber alguna otra razón para venir a
un equipo quebrado, en el que la poca plata que ingresa no fluye por donde
debiera sino por donde alguna investigación penal algún día dilucidará. Suárez es un técnico mundialista que clasificó
al certamen más importante del orbe con equipos que normalmente no son
favoritos (Ecuador y Honduras). Si
dirigió al Aurich alguna vez fue porque de algo tenía que vivir, pero a estas
alturas de su vida ya debe tener ahorros suficientes para que dirigir por
dirigir no sea su única aspiración.
Yo creo, más bien, y esta es sólo
una opinión, que Suárez viene porque apuesta a un fracaso de Ricardo Gareca con la selección peruana
en la Copa América de este año.
Conociendo la idiosincracia del dirigente futbolero peruano, y más aún
la del actual presidente de la Federación (a la sazón, mandamás del Aurich
cuando Suárez era técnico del club chiclayano), el colombiano confiaría en que
a Gareca le den forata después de la Copa América (como alguna vez le pasó a Julio
César Uribe pese a ganarle a Uruguay por 3 a 0) y que los ojos se posen en el
único técnico mundialista presente en la realidad del fulbo nacional. Sería, pues,
el colocho
serruchero, nueva versión reloaded
del blanquiñoso serruchero que sacó a Uribe y luego llamó cagones a los
jugadores de la selección. Siga usted
atando los cabos, que no están sueltos: el blanquiñoso trae al colocho a la
“U”. ¿Le habrá prometido selección?
Más allá de las especulaciones
(que se confirmarán o se archivarán entre julio y agosto), lo cierto es que no
existen buenos antecedentes de técnicos colombianos en la Historia Crema Reciente.
Apenas hay 2: Edgar Ospina y Julio Gómez. Peinadito
asumió tras la intempestiva salida de Jorge
Amado Nunes en febrero de 2007.
Dirigió 7 partidos, de los cuales ganó 2 (4 a 0 a Bolognesi en Lima y 3
a 1 a Sporting Cristal en el Monumental), empató uno (con Sport Boys en el
Callao) y perdió 4 (3 a 0 con Alianza Atlético en Sullana, 2 a 1 con Alianza
Lima en el Nacional, 2 a 1 con FBC Melgar en Arequipa y 3 a 0 con la
Universidad San Martín en casa).
Tras la fugaz dirección de Ospina
regresó Nunes, quien se quedó por 15 partidos más. Luego asumió su asistente, el colombiano Julio Gómez, por 12 partidos. Sus números son parejos, aunque no positivos:
ganó 4 (3 a 2 a Cienciano en Cusco, 1 a 0 a FBC Melgar en Arequipa, 2 a 1 a
Sporting Cristal en el Nacional y 1 a 0 a Total Clean en Arequipa), empató 4 (1
a 1 con Bolognesi en Lima, 1 a 1 con Sport Boys en el Callao, 0 a 0 con Alianza
Atlético en el Monumental y 0 a 0 con la Universidad San Martín en el mismo
escenario) y perdió 4 (1 a 0 con Atlético Nacional de Medellín en Lima y en
Colombia, 3 a 2 con Deportivo Municipal en el Nacional y 2 a 1 con Sport Ancash
en el Monumental). Hizo 16 puntos de 36
posibles (44.44% de los puntos disputados).
Tras su salida, Omar Jorge
dirigió un encuentro (ante Cienciano en Lima) y luego llegó Ricardo Gareca.
Ojalá Suárez sea el colombiano
que cambie la historia, aunque lo dudo.
Mago no es.
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