Ayer domingo 10 de julio de 2022, Universitario empató a 1 con la Academia Cantolao en el estadio Monumental, por la primera fecha del Torneo Clausura. Empezamos el torneo despidiéndonos de él. Empatar de locales en un torneo corto como este es un suicido. Recordemos que en el Apertura empezamos ganando de visitantes ante Cantolao, y ya sabemos cómo terminamos. La culpa, ciertamente, no es de Compagnucci, sino de Jean Ferrari y su cohorte de incapaces, que armaron el peor plantel que pudieron con todo el dinero del mundo a su disposición. No hubo un solo jugador en el campo que por lo menos hiciera el amague de querer sacarse la mierda para conseguir los 3 puntos. Aburguesados, pecho fríos, llorones, sin sangre en la cara, dieron la impresión de que recibir sus sueldos puntualmente les ha generado un conformismo digno de otros clubes, pero no del nuestro. Que se vayan todos, empezando por Ferrari.
El equipo estuvo conformado por José Carvallo (capitán) en el arco; Aldo Corzo, José Rugel, Alfonso Barco y Nelson Cabanillas en la defensa; Gerson Barreto, Jorge Murrugarra, Piero Quispe y Andy Polo en la volante; y Alberto Quintero con Alex Valera en la delantera.
En el segundo tiempo ingresaron Rodrigo Vilca por Quintero, Hernán Novick por Polo, José Zevallos por Murrugarra y Alexander Succar por Barreto.
Fueron titulares en el conjunto chalaco los ex cremas Giancarlo Carmona (2008-2010) y Carlos Uribe (2014).
El marcador lo abrió Alex Valera de shot al primer minuto de juego, tras una excelente jugada que inició Piero Quispe y continuó Alberto Quintero desde la derecha. Lástima que ahí se terminaron las luces y empezaron las sombras. El empate para Cantolao lo consiguió rápidamente Rodrigo Pastorini de penal a los 3 minutos del primer tiempo, por una mano dentro del área de Alfonso Barco.
El árbitro Gean Barbagelatta, de pésima actuación, amonestó a José Rugel, Nelson Cabanillas y Aldo Corzo de Universitario, así como a Jesús Castillo, José Ramírez y Erick Gonzales de la Academia Cantolao. Es también responsabilidad de la seudo dirigencia permitir que un cagón dirija un partido de Universitario. Su parcialidad a favor de los visitantes fue conchudamente flagrante.
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